Paso a Paso...
21.05.2014 23:45
TRIBUTO A LOS TRIBUNOS
Cuando, desde el llano y prácticamente desprovisto de recursos, se acomete la tarea de intentar llamar la atención de aquellos cuya misión específica es velar por los intereses del Estado, sobre la conducta (o más bien in-conducta) de algunos funcionarios, el hombre "de a pie", es decir: cualquier hijo de vecino, puede verse tentado de desistir rapidamente.
Y más aún cuando ese hombre común toma verdadera conciencia de la magnitud de esa tarea, de las dificultades que implica y del tamaño y el peso de la influencia y/o "el respaldo político" (cuando no, la confianza en la impunidad) que suelen tener los que, con su accionar cínico y desaprensivo, tienden a perjudicar los bienes e intereses de la comunidad.
Tomar la decisión de acudir a las Instituciones y Organismos de Control nunca es algo que resulte fácil.
Porque, merced a la generalizada pobre opinión que de unas y otros, y a través de los años se ha formado el común de la población, siempre persiste la duda acerca de la conveniencia de hacerlo y la escasa garantía que existe de obtener con ello algún resultado favorable.
Sin embargo, en el caso que nos ocupa, el de nuestra lucha diaria contra La Entrega vergonzosa que se pretende hacer de nuestra Aerosilla, nos reconforta que al menos desde este Tribunal de Cuentas, se haya mostrado interés y, como lo veremos ahora mismo, se esté trabajando en consecuencia.
Todos aquellos que hemos transitado por los pasillos y oficinas estatales o por los "despachos oficiales", sabemos que "los tiempos administrativos" no son iguales a los tiempos nuestros.
Y, si bien la celeridad de los avances de este caso no nos conforma del todo, aún así nos complace sobremanera que al menos existan algunos determinados avances y por lo mismo, nos parece justo destacarlo aquí.

Por otra parte, resaltamos la importancia de la intervención oportuna de este Organo de Control y confiamos en que a través de esa acción, se puedan llegar a esclarecer acabadamente las cuestiones planteadas ante él.

Lo que queda por descubrir es cuánto tiempo más habrá de transcurrir antes de que podamos ser testigos de las históricas determinaciones que sin duda habrán de adoptarse para impedir que por el capricho y la codicia de algunos funcionarios, se concrete este atropello a la sociedad fueguina y para salvaguardar este y otros bienes del Estado, es decir: Nuestros Bienes Comunes.
